EL LINCE

EL LINCE

EL LINCE

Hace unos años en Norteamérica habitaba un lince muy bonachón que solía pasear a diario por la sombra que daban los arboles, este era muy bonito, con un pelaje color pardo y motas negras, pesaba unos 25 k. ya que era de un tamaño mediano.

Mientras paseaba, solo buscando alguna presa que llevarse a la boca… ¡zas! Unas de sus patas había quedado atrapada en un cepo. El lince se lamentaba entre sollozos pensando quien habría sido capaz de colocar allá esa arma.

De repente pasó otro lince y Manchitas que así se llamaba nuestro protagonista pensó… ¡Mi salvación! Y grito -¡ayuda, ayuda! El otro de su misma especie le negó con la cabeza diciéndole que tenía prisa.

Manchitas bajo la cabeza temiéndose lo peor, pasaron las horas y cada vez su pata se encontraba peor.

Al rato paso otro lince y de nuevo Manchitas pidió socorro pero este le negó de nuevo con la cabeza le dijo que estaba exhausto para socorrerle el lince ya no sabía quehacer  estaba desesperado pero de repente paso por allá un conejito.

 Nuestro lince pidió ayuda una vez mas y este por muy diferente que el fuese le ayudo.

El conejo le curo y le pregunto lo siguiente,-¿Cómo es que no me has comido si yo podría ser tu presa?

Porque me he dado cuenta que los buenos amigos no son aquellos que están solo para las celebraciones, sino los que están en las alegrías y en las penas y tu me has demostrado ser un buen amigo a pesar de nuestras diferencias

 

 

Nájera en red