Ventrosa de la Sierra:
Es un pequeño y pintoresco pueblo aislado de todas las comunicaciones, al cual se accede por una serpenteante carretera que culmina en la villa y que comienza en un cruce a la izquierda de la carretera que va de la Venta de Goyo a las Viniegras, dista a cinco kilómetros de dicha venta y 45 de la ciudad de Nájera (La Rioja) a cuya comarca pertenece, se divide en dos barrios, el de arriba donde se encuentra la iglesia y el ayuntamiento y el de abajo que se halla junto al río Ventrosa, alimentado por múltiples y frescos manantiales, dichos barrios los separa un cerro o peñón en que se sitúa la Torre del Reloj. Su altura sobre el nivel del mar es de 1010 metros y tiene una población de algo menos de 100 habitantes. Su principal economía es la ganadería. Tiene un albergue juvenil y zona de acampada llamada Irallana. El gentilicio es, “ventrosinos” aunque también les llaman “zorros”. Se halla enclavado en una ladera de un valle al sureste de la Sierra de la Demanda y rodeado de montes del que destaca el monte Aguarrabia.
HISTORIA: Su referencia de antigüedad se remonta al año 923 en el voto del Conde de Castilla Fernán González, con el nombre de Bendosa y pertenecer por aquel entonces a la localidad de Canales de la Sierra. Desde entonces va unido al destino histórico de este pueblo, pasando por los reyes de Castilla, Navarra y Señorío de Cameros (condes Juan Ramírez de Arellano y posteriormente los de Aguilar), hasta que en 1812 se suprimieron los señoríos y pasó a se de la provincia de Soria y el 30 de noviembre de 1833 que se creó la provincia de Logroño pasó a ésta a la que sigue perteneciendo pero con el nombre actual de la Comunidad Autónoma de La Rioja. Estuvo muy ligada al Monasterio de Valvanera, incluso dando protección a la imagen de la Virgen de Valvanera, pero también por los muchos litigios con el abad del monasterio, por motivos del disfrute de pastos y aprovechamiento de la madera del monte Umbría.
MONUMENTOS: De entre los edificios mas destacados, es la iglesia parroquial de San Pedro y San Pablo, construida en los Siglos XVI y XVIII, de estilo románico en piedra de sillería y mampostería de sillarejo, su planta consta de una nave de tres tramos, a la cabecera un retablo renacentista dedicado a la vida de los santos de los que recibe su nombre, capillas en el crucero una de ellas dedicada a su patrono San Roque que data del año 1752, en el exterior tiene unos robustos contrafuertes, un pórtico de tres arcos y adosada en la parte opuesta una torre cuadrangular.
Ermita del Cristo, construida en mampostería y que se halla en el barrio de abajo junto al río y frente a la plaza Revilla.
Ermita de Villarrica, construida en mampostería de sillarejo y se encuentra junto al río Najerilla y al lado derecho de la carretera de Nájera a Salas de los Infantes (Burgos), donde veneran a la Virgen de Villarrica patrona de la localidad.
La Torre del Reloj, situada en el peñón que divide al pueblo en dos, es una torre cuadrangular construida en 1954 con esferas del reloj a cada una de sus caras, un campanario con su campana que da las horas y las medias y una veleta. Esta construcción fue sufragada por un hijo de la localidad emigrado.
El Puente de Hiedra, que se encuentra a la izquierda de la carretera comarcal 113 entre la ermita de Villarrica y la Venta de Goyo, atraviesa el río Najerilla y por un angosto camino conduce a Ventrosa.
FIESTAS: Romería a la ermita de Villarrica en honor a la Virgen de su nombre, que se realiza el primer sábado del mes de julio, con celebración de misa, procesión, comida campestre y bailes. En el transcurso de ella se hace el sorteo de un cordero.
Como perteneciente a la agrupación de las 7 Villas, cada siete años le corresponde celebrar una fiesta que viene a ser sobre últimos de julio y primeros de agosto, con degustación de caldereta, celebración de misa y actos lúdicos y folclóricos, así como exposición y venta de ganadería.
Su patrón San Roque, que se celebra el 16 de agosto y que empalman con el día de la Virgen (15 de agosto), hacen pregón de fiestas, chupinazo y pasacalles. El día de San Roque, después de la misa salen de procesión amenizada por gaiteros y danzadores que se detiene en diversos puntos para realizar sus danzas. Igualmente hay actos lúdicos, degustaciones y partidos de pelota hasta donde el presupuesto lo permita. El grupo de danzadores entre los que se encuentran chicos y chicas, ha sido recuperado recientemente y visten unos trajes típicos, que se compone de pantalón y camisa blancos, chaleco blanco con adornos de telas de colores en la parte delantera, como si fueran lunares, pañuelo o mantilla negra con adornos florales atado a la cintura, banda de tela entorchada sobre el pecho, cintas que cuelgan del hombro sobre la espalda, sombrero negro con cinta de adorno y barboquejo, de calzado zapatillas blancas con cintas cruzadas para sujetar a los tobillos. Van acompañados de gaiteros (gaita gallega y dulzaina) y tamborilero, que tocan composiciones también recuperadas de antaño. Los danzadores se acompasan al son del golpeteo de unas varas de avellano dejadas a secar desde el invierno (troqueados).
El primero de noviembre celebran Todos los Santos, para cuya festividad se ha recuperado una tradición que consiste en salir varios grupos de mozos pidiendo dinero y patatas por el pueblo para el rezo del rosario, según lo donado les entregan unas boletas (tiras de papel), en las que escriben sus ocurrencias, una vez reunidas todas las boletas, les añaden tres mas en blanco selladas con el sello del ayuntamiento, ante el alcalde se van leyendo una a una y cuando sacan una blanca dicen “queso de cabra” y la anterior es la que conservan y así hasta sacar las tres blancas. Las restantes se echan desde el balcón del ayuntamiento para que los niños las recojan y rían los comentarios. Seguidamente se hace una subasta por las patatas donadas. La recaudación de las donaciones y puja, las emplean para los gastos de la fiesta. Entre los mozos continúan con tradiciones recuperadas, como la de los “novicios” y “mojón”.
PERSONAJES ILUSTRES: Destacaremos D. Pedro Sáenz Gil, militar del siglo XIX, asistente del General Juan Prim, que destacó valerosamente en la campaña de África contra los marroquíes, derrotándolos el 1 de enero de 1860 en la batalla del valle de Los Castillejos (Ceuta) y posteriormente en la conquista de Tetuán el 6 de febrero del mismo año.